INGREDIENTES:
1 niñ@ tiernecit@
1 Papá y 1 mamá ocupados
1 kilo de profesor apático a la lectura, interesado solo en enseñar la letra m
200 gramos de sociedad insensible
PREPARACION:
1. Tome el primer ingrediente y ubíquelo con sumo cuidado en el seno de una taza de cualquier tamaño, donde tanto papá como mamá trabajen todo el tiempo y lleguen supremamente cansados como para dedicarle 30 minutos a la lectura, permita que el niño o niña se distraiga en el televisor o con los videojuegos para que no moleste tanto hasta que se cocine en su propio jugo. ¡Ah pero no olvide regarle un libro de vez en cuando!, (de cualquier cosa, entre otras cosas sirve para adornar la biblioteca). Agréguele una pizca de televisión en la mañana del sábado y del domingo, esto le da cierto aroma a la hora de servirlo a la mesa.
2. Póngalo en el horno a una temperatura promedio de 11 grados, durante 6 a 8 horas diarias, allí agréguele un kilo de profesor apático a la lectura cortado en julianas que le ordene leer un libro por bimestre y le evalué su comprensión lectora (este lo puede conseguir en cualquier tienda).
3. Finalmente, sumérjalo en 200 gramos de sociedad insensible durante el resto de su vida y así obtendrá un delicioso niñ@ lector y escritor en salsa agridulce que sólo escribirá o leerá cuando se sienta obligado.
SUGERENCIA PARA ADORNAR EL PLATO:
Para adornar el plato a la hora de pasarlo a la mesa debe hacer que el niñ@ repita con frecuencia oraciones como: “disfruto la lectura” o “me gusta mucho escribir”. “buen provecho”.
Natalie Gómez y Claudia Guzmán.
Por seguir esta receta tal vez tendríamos una sociedad insípida, que se mueve porque los demás también se mueven, frívolos, descubiertos al dolor, al afán por no conocer otra cosa, en verdad que si seguimos su receta seremos unos maestros de dudosa calidad, pero gracias por el tirón de orejas.
ResponderEliminar